EL VERDADERO SACRIFICIO DE CRISTO ES ESPIRITUAL
En el primer libro de la Biblia, el Génesis, podemos leer lo siguiente: “Entonces alzó Abraham los ojos y miró y he aquí un carnero a sus espaldas trabado en un zarzal por sus cuernos, y fue Abraham y tomó el carnero y ofreció le en holocausto en lugar de su hijo”. Génesis 23, 13. Este es uno de los versículos de todo el capítulo que nos aclara que Abraham había sido puesto a prueba por Dios, ya que le mandó sacrificar a su propio hijo, pero al momento de la acción un ángel le detuvo y le presentó al carnero. En este momento empezaba para toda la humanidad una idea nueva de sacrificar, ya que la humanidad en el principio de su historia sacrificaba seres humanos. Israel pues, fue el primer pueblo que empezó a sacrificar animales a Dios. Ya con esto se había dado un buen paso adelante. Pasan los siglos y viene Jesús de Nazareth, y aquí empieza una nueva lección que el llamado cristianismo actual aún no había aprendido, el sacrificio de Jesús. El catolicismo y el protestantismo están de acuerdo en que Jesús murió en la cruz y hasta derramó su sangre para redimir al ser humano, o sea, a toda la humanidad. Ahora bien, en el evangelio de Marcos leemos lo siguiente: “Entonces el escriba le dijo, bien Maestro, verdad has dicho que uno es Dios, y no hay otro fuera de Él, y que amarle de todo corazón, de todo entendimiento y de toda el alma, y de todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo más es que todos los holocaustos y sacrificios”. Marcos 12, 27-33. Y Jesús mismo nos dice: “El espíritu es el que da vida, la carne nada aprovecha”. Juan 6, 63. “Dios es Espíritu, y los que le adoran en Espíritu y en verdad es necesario que le adoren”. Juan 4, 24. Estos versículos de la Biblia os aclararán más lo que el Maestro me enseña en el astral, y que trataré de explicar, Dios envía al Cristo, el hijo, o sea el Espíritu y dentro del cuerpo físico de Jesús de Nazareth, actúa, predica, enseña, etc. y Jesús el hombre es crucificado, porque era un estorbo para el poder político y religioso de su tiempo, pero su sangre humana no redime a nadie, no quita pecados a nadie, la carne nada aprovecha, como bien claro dice el Maestro. Y aquí está el punto de partida de un nuevo y definitivo sacrificio, que tiene que ofrecer la humanidad a Dios, el espiritual. No podía ser de otra manera, nada pues de sacrificar seres humanos, ni tampoco animales, a partir de Jesús de Nazareth ya no se pueden hacer sacrificios, se trata ya de vivir en y con Dios, o sea el Cristo en el ser humano, como dice el apóstol Pablo, “Con Cristo estoy juntamente crucificado y vivo no ya yo sino Cristo vive en mí”. Gálatas 2, 20. Tratad de comprender que de no ser así, Dios estaría en completa contradicción, al sacrificar a su propio hijo carnal. Jesús de Nazareth, pues, nació, vivió y murió como los demás seres humanos. Está de más su nacimiento de una mujer virgen, y claro está que nada tampoco de resucitar el cuerpo físico de Jesús, pero nada tampoco de creer que Jesús de Nazarteth era un simple socialista, comunista, etc., ya que Jesús de Nazareth fue, y es un espíritu muy avanzado, muy evolucionado, o sea, un Maestro que vive en y con Cristo.
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